La hija de Ana Orantes desvela la reacción de su madre ante el auto final del juez: “Intentó tirarse por la ventana”
Raquel Orantes, tercera invitada de la nueva temporada de 'Viajando con Chester'
Raquel Orantes desvela el terrorífico infierno de maltratos en el que convivieron su madre y sus hermanos
Raquel Orantes revela cómo fue el día en el que su padre asesinó a su madre: “Ella era intuitiva y creo que imaginó su final”
La nueva temporada de ‘Viajando con Chester’ recibe en esta segunda entrega a una nueva invitada cuya madre marcó un nuevo futuro para las mujeres, especialmente para aquellas que sufren y han sufrido casos de violencia de género. Risto Mejide ofrece en este episodio a Raquel Orantes, hija de Ana Orantes, asesinada por su marido hace 28 años.
Ana Orantes sufrió durante 40 años maltratos por parte de su marido. Un día decidió hacerlo público ante un programa de televisión. Tan solo 13 días después de esta emisión, su marido la asesinó.
Después de revelar los duros momentos del día en el que su padre asesinó a su madre, Raquel ha querido explicar cómo fue la sentencia que dictó el juez tras las numerosas denuncias que impuso Ana, previas a su muerte: “El juez determinó que no podía ver a un hombre llorar como él lo hacía por una mujer y se negó a separarlo de mi madre. Y todo por sus lágrimas de cocodrilo”.
Raquel Orantes, sobre la separación de sus padres: "Estábamos en una misma casa y nosotros en la planta de arriba encarcelados"
Además, sobre el día en el que conoció el resultado de la sentencia, explica que “iba mi madre junto a mi hermano de ocho años, intentó en los juzgados tirarse por una ventana porque no podía volver con él. Cuando volvimos, estábamos nuevamente condenados y no tuvimos ningún tipo de asistencia social. Nos refugiamos los unos en los otros, y así hemos seguido adelante.
Tras esto, Risto Mejide le pregunta cómo consiguió su madre la separación, a lo que la invitada revela que fue de “mutuo acuerdo”. Además, explica que el juez dictaminó que como había una casa y él no se iba a marchar de ella, y su madre tampoco, dividió la casa. El patio era para compartir, pero nunca lo pisábamos, ella tuvo que abrir una escalera lateral donde la asesinó. Nosotros vivíamos encarcelados arriba y él abajo".